Cómo mejorar el rendimiento del ordeño

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16 Marzo, 2018

Cómo mejorar el rendimiento del ordeño

La producción de leche de calidad sigue siendo un punto básico en la viabilidad de las explotaciones de vacuno de leche. El término calidad de leche es muy amplio, pero el parámetro más complicado es mantener una buena calidad celular a lo largo de todos los meses, valorado de forma objetiva por el recuento celular de la leche del tanque.

Está claramente influenciado por la incidencia de mamitis clínicas y subclínicas en los animales de la explotación.

Las bases para el control de mamitis se fundamentan en seis puntos principalmente:

  • Mantener las vacas limpias, secas y cómodas.
  • Buen manejo de la explotación y en particular en la sala de ordeño.
  • Buen funcionamiento y mantenimiento de la máquina de ordeño.
  • Tratamiento antibiótico de todos los animales en el momento del secado.
  • Correcto diagnóstico y tratamiento de las nuevas infecciones clínicas.
  • Aislamiento y progresiva eliminación de los animales con lesiones crónicas en la ubre.

De todos ellos no podemos destacar uno de más importante que el otro, ya que todos ellos de forma conjunta son básicos para poder empezar a valorar la salud de la ubre de las vacas en una granja. En este artículo vamos a desarrollar sólo aquellos que nos influyen en el rendimiento del ordeño, como son: el manejo del ordeño y el funcionamiento del sissistema de ordeño. El manejo en la sala de ordeño es un punto muy importante para la calidad de la leche, ya que es el lugar donde se relaciona un animal, una máquina y una persona.

Esta interrelación es lo que denominamos rutina de ordeño. El objetivo de la rutina de ordeño es:

  • Facilitar la bajada de la leche alveolar hacia la cisterna del pezón.
  • Limpiar y desinfectar la superficie de la piel del pezón así como el esfínter.
  • Colocar la unidad de ordeño de forma correcta y bien alineada durante todo el ordeño. La fisiología de la bajada de la leche en las vacas es la base para la ordenación del trabajo en la sala de ordeño durante el momento del ordeño.

Es lo que siempre tenemos que respetar si queremos tener unos animales sanos, longevos y por lo tanto que sean productivos económicamente. Conseguir los objetivos de la fisiología de la ubre de la vaca durante el ordeño se traduce en la rutina de ordeño. Las bases de una buena rutina de ordeño son:

  • Tiempo de contacto, entre las manos del ordeñador y los pezones de la vaca, mínimo de 20 segundos. Es el tiempo necesario para sacar los primeros chorros de leche y posteriormente secar y/o limpiar la superficie de la piel del pezón. El contacto se suele hacer en dos fases: la primera de despunte (entre 2 y 5 chorros de leche) y la segunda del secado manual de la superficie de la piel de los pezones con un trapo o papel del producto de desinfección aplicado previamente. Este producto necesita un tiempo de actividad sobre la superficie del pezón de unos 20-30 segundos.
  • Tiempo de espera desde el inicio del despuntado a la colocación de la máquina de ordeño entre 60 y 90 segundos.
  • Según el tipo de máquina de ordeño y el número de ordeñadores deberemos de ajustar el trabajo y manejo del ordeño a los tiempos establecidos. Las vacas deben entrar en la sala de ordeño tranquilas y de forma rutinaria. No deben permanecer en el ordeño (entre tiempo en la sala de espera y el ordeño) más de dos horas y media al día. Por tanto es importante optimizar el manejo y diseño de la sala de espera:
  • El espacio disponible debe ser de un mínimo de 1,5 metros cuadrados por animal.
  • Mantener una buena calidad del ambiente. La humedad y temperatura no deben ser superiores a los valores ambientales externos.
  • Correcto manejo del arreador. No debe usarse los arreadores electrificados. Sólo y de forma excepcional en momentos de entrada de animales nuevos en la explotación. O bien con un elevado numero de animales paridos de primera lactación.
  • El uso del arreador, es una forma de acortar la sala de espera y no una forma de empujar a los animales a entrar en el ordeño.
  • Es muy importante la asociación por parte de las vacas del ruido del arreador con la entrada en la sala de ordeño. Es una relación de hábito. Y por tanto un hábito se enseña, se entrena y se ejecuta todos los días. Las vacas son animales de costumbres. Romper la rutina significa romper la obediencia de las vacas.
  • Suelo de la sala de espera con pendiente uniforme y piso no resbaladizo. Es importante mantenerlo limpio entre ordeños para mantener la limpieza de las pezuñas de los animales. El grave problema del manejo en la sala de espera es cuando no tenemos un manejo diario continuo y estable. La vaca se estresa al ver o detectar cambios en su entorno, tanto ambientales como de manejo.

El estrés dificulta la eyección de la leche en la sala de ordeño. Cuando tenemos que valorar la capacidad de ordeño de animales de nuestra sala de ordeño, hablaremos de rendimiento de vacas ordeñadas a la hora. Esta es la unidad de medida más utilizada para un sistema de ordeño. La formula general para calcular el rendimiento por hora de una sala de ordeño es: Nº de puntos de ordeño multiplicado por 4 (un turno de ordeño por cada 15 minutos) Si lo queremos ajustar un poco más a una realidad práctica:

  • En dos ordeños deberíamos ordeñar entre 4,3 y 4,5 turnos a la hora.
  • En tres ordeños deberíamos ordeñar entre 4,8 y 4,9 turnos a la hora. La necesidad de conocer el potencial de la sala de ordeño se presenta en varias situaciones, entre las que tenemos que destacar:

1. Planteamiento del cambio del sistema de ordeño de la explotación.
2. Sistema de ordeño colapsado por:
a. Incremento del número de animales ordeñados.
b. Reducción del número de ordeñadores.
c. Otras causas. Ante estas situaciones hay dos respuestas generales en el sector.

Cambiar el sistema de ordeño o bien reducir trabajo en la sala de ordeño para intentar adelantar trabajo y poder ordeñar más vacas.

Esta última situación conlleva a tener más unidades de ordeño colocadas en las ubres de las vacas, pero no grandes mejoras en el rendimiento global del ordeño. Cada sistema de ordeño tiene sus ventajas en inconvenientes a la hora del ordeño. Pero sí que está claro que todos los sistemas de ordeño pueden funcionar perfectamente si tenemos un buen diseño, montaje y manejo adecuado al sistema escogido.

Los puntos a tener en cuenta a la hora de escoger un sistema de ordeño son:

  • Numero de vacas en ordeño y capacidad de crecimiento de la explotación.
  • Personal destinado al ordeño.
  • Nivel de producción. Manejo general de la explotación.
  • Patógenos causantes de mamitis clínicas y subclínicas.
  • Necesidades de informatizar la sala de ordeño y la explotación.

Cada máquina de ordeño tendrá un rendimiento según el estándar citado anteriormente. Pero el manejo del ordeño nos influirá enormemente. Todos creemos que cuantos más puntos de ordeño tiene una máquina más vacas hora puede ordeñar. Esto es así, pero sólo si disponemos del personal suficiente y adecuado para poderla manejar de forma correcta. Las máquinas sin personal no ordeñan.

Actualmente, al aumentar el tamaño de las explotaciones o bien con la intención de una mejora de la calidad de vida de los ganaderos, cada vez hay más personal foráneo en el ordeño. Ello conlleva a ventajas importantes y algunos inconvenientes. Pero la complicación más habitual es el poder mantener la rutina de ordeño de forma constante a lo largo de los ordeños y de los días.

Es por ello, que los técnicos que trabajamos en las explotaciones tenemos que intentar mantener este objetivo. Pero ni el propietario ni los técnicos estamos todos los ordeños ni todo el tiempo en la sala de ordeño. Por tanto necesitamos de un sistema objetivo de valoración del manejo del ordeño de forma continua, independientemente de la valoración subjetiva presencial en el ordeño.

Cada día se van implantando más sistemas de ordeño informatizados, conectados continuamente con el programa informático de la explotación que nos pueden servir para reflejar de forma objetiva y fiable lo que esta pasando en cada momento en la sala de ordeño. Así por ejemplo necesitamos saber entre algunos parámetros:

1. Hora de inicio y final del ordeño.
2. Flujo de leche medio, máximo y tiempo de ordeño
3. Cantidad de leche producida
4. Cantidad de leche dentro de los primeros dos minutos del ordeño de las vacas.
5. Tiempo de bajo flujo con menos de 1 Kg/minuto.
6. Gráficos de rutina de ordeño. Estos informes se pueden obtener de forma automatizada después de cada ordeño y mantenerlos almacenados en el ordenador.

De esta forma podremos realizar un análisis exhaustivo del funcionamiento del sistema de ordeño y del manejo del mismo a lo largo de los días. A partir de estos resultados a lo largo del tiempo podremos establecer normas o sistemas paliativos para intentar solucionar el problema y conseguir los objetivos marcados.

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